9 Posturas de Yoga para aliviar el estrés

La práctica de Yoga y el estrés

La práctica regular del Yoga no es solamente una sucesión de posturas para colgar en Instagram. El Yoga va mucho más allá, y como una flor que sigue siempre abriendose y abriendose nos muestra aspectos desconocidos de nosotros mismos, y nos va liberando de las ataduras de la mente. Siento que la práctica de Yoga va transformando la manera de aceptar las circunstancias, de relacionarme con los demás y conmigo misma.

Al trabajar cuerpo-mente el Yoga va calmando a través de la respiración, meditación, mantras y posturas nuestro sistema nervioso, liberando las tensiones emocionales acumuladas en nuestro cuerpo. A veces no somos conscientes de la tensión muscular (y mental) que vamos acumuland0 a lo largo de la semana (y a veces a lo largo de la vida) hasta que no dejamos un espacio para relajarnos y escuharnos.

Entre los muchos beneficios del Yoga, hoy quiero hablar sobre cómo nos ayuda el Yoga para alivar el estrés. Pero antes de seguir, veamos, qué es el estrés.

¿Qué es el estrés?

El estrés en sí mismo no es negativo. Es una respuesta de alerta y tensión mental hacia nuestro organismo para responder a una situación de amenaza o sobreesfuerzo. La patología viene cuando ese etado de alerta se mantiene en el tiempo y se vuelve un hábito, disparándose en todo tipo de situaciones. Según el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogía defines al estrés como «el proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. A menudo los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con cambios, exigen del individuo un sobreesfuerzo y por tanto ponen en peligro su bienestar personal.»

Un mismo hecho no resulta igual de estresante para todas las personas, ni siquiera en todas las circunstancias o momentos de la vida para el mismo sujeto. varios son los factores que lo determinarán:

– La forma de evaluar el suceso y/o las capacidades para hacerle frente: mientras alguien, por ejemplo puede considerar un ascenso laboral como una amenaza, para otro puede suponer un reto personal.
– La manera de hacer frente a las dificultades: negar el problema, aplazarlo o poner en marcha conductas de autocontrol, por citar sólo algunas, conlleva distintas consecuencias en la percepción del estrés.
– Características personales: las personas tenemos diferentes estilos de reaccionar ante las circunstancias que demandan un esfuerzo de nuestra parte, son rasgos que si bien no pueden considerarse como definitivos, sí es cierto que se van consolidando con la acumulación de experiencias, como por ejemplo la emotividad o la reactividad al estrés. La tensión o el nerviosismo son variables individuales, tanto en su percepción como en sus consecuencias.
– Apoyo social: el número y calidad de relaciones que el individuo mantiene puede servir como amortiguadores o amplificadores de los acontecimientos potencialmente estresantes, así como la  habilidad para pedir consejo o ayuda.

(texto citado de www.cop.es)


9 Posturas de Yoga para aliviar el estrés

Una práctica de Yoga regular, de manera consciente y escuchando el cuerpo ya tiene un efecto inmediato en nuestro cuerpo y estado mental. Te propongo estas 9 posturas de yoga para aliviar el estrés, entrando de manera suave, lenta y manteniendo la atención en una respiración natural y profunda. Una vez en la postura permanece durante de 5 a 10 respiraciones, siempre que te sientas cómodo en el asana.

Al finalizar la práctica de asanas, siéntate en una postura cómoda de meditación, sobre un cojín o incluso una silla, cierra los ojos y dedica unos minutos a seguir el recorrido de tu respiración, enfocando el ruido de tus pensamientos a este proceso, sin intervenir en ella. Por breve que sea el tiempo, la meditación es una poderosa aliada para anclarnos en el momento presente, y dejar ir las preocupaciones futuras y el ruido incesante de los pensamientos descontrolados que generan el estrés.

Espero que disfrutes. Déjanos tu comentario abajo 😉

 

Malasana – Postura de la guirnalda.

Esta postura es muy beneficiosa para aliviar la zona lumbar, tras largas horas de pie o sentados en la oficina.

El hecho de trabajar con la apertura de las caderas, además de los muchos beneficios físicos que conlleva, tiene un efecto psicológico de abrirnos, e dejar ir aquello que nos bloquea y liberarnos de nuestros miedos.

Ejecución de la postura:

Abrimos los pies más del ancho de las caderas. Los dedos de los pies abiertos en diagonal. Si tus talones llegan al suelo junta las manos y presiona suavemente con los codos en la parte interna de los muslos. Si no llegan al suelo, puedes colocar una toalla, manta o ladrillos.

 

 


 

Adho Muka Svanasana – Postura del perro boca abajo

 

Ejecución de la postura:

Manos en paralelo el ancho de los hombros. Proyectamos desde el empuje de las manos las caderas arriba y atrás, alejando los hombros de las muñecas y alargando los costados. Flexiona las rodillas para mantener la columna alargada.

Respira con normalidad por el abdomen y suelta la cabeza, visualizando como sueltas toda la tensión de las sienes y la frente hacia el suelo.

 

 

 

 


 

Vrksasana – Postura del árbol

 

Esta postura os invita a enraizarnos y a encontrar nuestro equilibrio a través del canal central. El canal central se siente o visualiza como un bambú hueco que atraviesa nuestro cuerpo por dentro, desde el suelo pélvico a la coronilla.

Ejecución de la postura:

Abrimos la planta del pie en el suelo. Colocamos el otro pie en la parte interna del muslo o en el gemelo (nunca en la rodilla). Abre la rodilla hacia el lateral y proyecta el pie que está en contacto con el suelo hacia la tierra. Las manos pueden quedarse a la altura del pecho en namaskar mudra o subir alineando la punta de los dedos con la coronilla.

Me quedo durante unas respiraciones y bajamos para cambiar de pierna.

 

 

 


Utthita Trikonasana – Postura del triángulo

 

Ejecución de la postura:

Piernas abiertas generosamente. Abrimos el pie derecho 90 grados en línea con la rodilla. El pie de atrás gira ligeramente hacia dentro. Bajamos la mano, alargando los dos costados, hacia la pierna derecha, pantorrilla, tibia, tobillo o suelo. La otra mano proyecta hacia el cielo y si no hay lesiones en el cuello mira hacia arriba. Alargamos el costado izquierdo.

Me quedo durante unas repiraciones, subimos y cambiamos hacia el otro lado.

 

 

 


 

Balasana – Postura del embrión

Ejecución de la postura:

Desde la postura de rodillas nos inclinamos hacia delante. Puedes separar las rodillas y juntar los dedos gordos de los pies para dejar espacio al vientre. Coloca la frente en el suelo (si no llega puedes colocar un soporte) y lleva los brazos hacia los talones.

Respira hacia toda la espalda.

 

 

 

 


 

Paschimottansana – Postura del estiramiento de la parte posterior

 

Ejecución de la postura:

Lleva los dedos de los pies mirando hacia arriba y activa las piernas. Inhalando, sube los brazos y crece por los costados. Al exhalar, nos inclinamos hacia delante manteniendo el pecho abierto y el abdomen alargado. Las manos llegan a las pantorrilas, tobillos o pies.

 

 

 

 

 


 

Sarvangasana – Postura sobre los hombros

 

 

Ejecución de la postura:

Nos tumbamos bocarriba. Al exhalar, de un fuerte impulso llevamos las piernas hacia atrás y sujetamos la espalda con las manos. Junta los codos por detrás de la espalda, y presiona con hombros y codos para alargar la espalda y dirigir las piernas hacia arriba. La cabeza y cuello estás en una posición neutra y relajados. La mirada va hacia el abdomen o muslos.

Respira alargardo el abdomen y deshacemos llevando las piernas hacia atrás de la cabeza, manos en el suelo hacen de palanca y vamos bajando vértebra por vértebra.

 

Para ver el vídeo explicativo pincha aquí:  vídeo POSTURAS DE YOGA PARA CHAKRA GARGANTA

 

 

 

 

 


 

Matsyasana – Postura del pez

 

Ejecución de la postura:

Tumbados boca arriba, piernas activas, juntas y estiradas. Llevamos los brazos estirados por detrás de la espalda. Al inhalar, elevamos el pecho desde el empuje de los codos y apoyamos suavemente la coronilla o la parte posterior de la nuca en el suelo.

Respira hacia el pecho, abriendo la caja torácica.

Para ver el vídeo explicativo pincha aquí: vídeo POSTURAS PARA CHAKRA CORAZÓN

 

 

 


 

Viparita Karani – postura del gesto invertido

 

Ejecución de la postura:

Nos tumbamos boca arriba, manos hacia el techo y brazos separados del cuerpo cómodamente. Lleva las piernas hacia arriba apoyadas en la pared. Puedes separar tus piernas y soltar el peso hacia la pared.

Respira profunda y tranquilamente. Puedes cerrar tus ojos y relajar todo tu cuerpo en esta postura de inversión pasiva.

 

 

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